4 de agosto de 2015

El pino blanco de Yamaki que sobrevivió a la bomba atómica.

Moses Weisberg paseaba en bicicleta a través del National Arboretum en el noreste de Washington cuando se detuvo ante un árbol con forma de champiñón. Lo primero que notó fue el grosor del tronco, de un diámetro de medio metro. Y después notó la abundancia de hojas largas y delgadas, una cabellera saludable para una reliquia botánica e 390 años de edad.

Pero se impresionó hasta que aprendió la historia completa del árbol, un pino blanco japonés donado en 1976. El árbol, parte del museo de Bonsai y Penjing del National Arboretum, no sólo ha navegado a través de los peligros del envejecimiento para convertirse en el más antiguo de la colección, sino que también sobrevivió a la explosión de la bomba nuclear Little Boy, que cayó sobre la ciudad de Hiroshima, Japón, durante la segunda Guerra Mundial.
“Es increíble pensar que algo pudo sobrevivir a una explosión nuclear”, dijo Weisber, estudiante de 26 años de la Universidad Georgetown. “Y que después, gracias a algún azar, este árbol japonés del siglo XVII terminara aquí.”
Esta semana se honrará la historia de este árbol bonsai, pues el 6 de agosto marcará el aniversario 70 del bombardeo de Hiroshima. Los visitantes pueden ver el árbol durante todo el año como parte de la colección permanente del museo.
El árbol fue donado por un maestro del bonsai llamado Masaru Yamaki, como parte de un regalo de 53 especímenes a EU por el bicentenario de su independencia. Se sabía muy poco sobre el árbol antes del 8 de marzo de 2001, cuando, sin previo aviso, dos hermanos viajaron a EU desde Japón para visitar el árbol de su abuelo.
“Me asombra que Masaru Yamaki pudiera dar un bonsai invaluable a su enemigo y no dijera una palabra al respecto”, dijo Felix Laughlin, presidente de la organización sin fines de lucro National Bonsai Foundation. “Me pone emocional hablar de esto.”
Shigeru Yamaki y su hermano, Akira, completaron la historia del árbol para los oficiales del museo, a pesar de que ellos no habían visto el árbol antes de su visita. Habían escuchado la historia del árbol en las narraciones familiares. Las filmaciones noticiosas tomadas en la enfermería Yamaki después del estallido muestran al pino ileso y de pie en el fondo de la imagen.
Asegurar la supervivencia continua de tan importante pieza en la colección no fue una tarea sencilla. Jack Sustic tomó esta responsabilidad desde que asumió el puesto de curador del museo del Bonsai y Penjing en 2002.
Sustic aclara que bonsai es un término que no se refiere al tipo de árbol, sino al tipo de cuidado que se le dio. Para él, se trata de una mezcla de naturaleza y arte. El cuidado incluye que diariamente se riegue la planta y se le inspeccione en busca de insectos, así como una rotación de exposición ante el sol bisemanal y el cambio de maceta ocasional.

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